Por considerar que una cuarentena debe significar “un espacio de reflexión, en familia”, su violación tiene tintes particulares en Colombia.

Es que trascendió que en Sincelejo, localidad ubicada en el departamento Sucre, las penas para los infractores incluyen hasta un sacerdote, en plena calle.

A un taxista, lo condenaron a rezar 12 padres nuestros, 12 ave maría y 12 credos.

Se trata de “comparendos espirituales” que se viralizan entre efectivos de Seguridad que realizan controles, buscando de algún modo el acercamiento al prójimo en la lucha contra el coronavirus.

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