Tal como ocurre en nuestro país, otras regiones del mundo ven cómo, en el mejor de los casos, el precio del gasoil se fue por las nubes. En el peor escenario se observa la falta de abastecimiento del vital elemento.

En este contexto, España es testigo de las tensiones en el precio del crudo por el conflicto en Ucrania y su alcance mundial en el mercado. El litro de diésel se pagaba este lunes en Galicia a una media de 1,848 euros, un 1,19% más caro que la nafta, que se dispensaba a 1,826. Hace un año, los automovilistas con un modelo a gasoil pagaban un 9,4% menos de media por el litro que los que se decantaban por la gasolina. 

El investigador del Instituto de Ciencias del Mar del Centro Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), divulgador y doctor en Física, Antonio Turiel, explica que lo que hoy sucede con el precio del gasoil es consecuencia del agotamiento del crudo convencional, "el que sirve para hacer más cosas y es más fácil de extraer y procesar".

En un artículo publicado por el CSIC, el experto indica que este combustible fósil llegó a su máximo en 2005 y que, desde entonces, la producción estuvo estancada 16 años para luego comenzar a caer. "Para compensar la falta de crudo convencional, hemos extraído otros líquidos más o menos similares, los llamados petróleos no convencionales, pero no valen para hacer lo mismo", indica el experto, que pone como ejemplo el que se extrae mediante el fracking, que no sirve para producir diésel. 

En esta tesitura, el científico constata que su producción llegó a "su pico" en 2015, para comenzar a bajar a partir de 2019. 

En este marco, Maarten Wetselaar, funcionario de la Compañía Española de Petróleos, avisó la semana pasada de que "el suministro de diésel a Europa depende mucho del que procede de Rusia". "Estos flujos hoy continúan, pero no con el mismo ritmo que antes y, por ello, el precio ha subido", señaló. En esta situación, se impone importarlo de otras zonas como "Oriente Medio y Asia", lo que seguirá espoleando los precios. El desabastecimiento podría llegar si Rusia cierra el grifo y "los flujos de diésel se detienen por completo". 

Como dice Antonio Turiel, "el diésel es la sangre del sistema" económico, pues "mueve los camiones, las excavadoras, los tractores e, indirectamente, los barcos". 

Si el análisis se realiza a nivel europeo, la radiografía es preocupante pues más de la mitad de las compras de gasoil del viejo continente son a compañías energéticas rusas. 

"El principal problema no es que el petróleo sea más caro. Es que se va a acabar. No va a durar mucho más de 50 o 100 años y seguirá subiendo, porque habrá escasez en todas las zonas geográficas en las que ahora se extrae". Así lo resume el investigador Martín Fañanas Mastral, que en declaraciones a la Radio Galega urgió este lunes a "ir buscando alternativas claras al uso de derivados del petróleo".  

Fuente: El Progreso (España).