Este martes, las mujeres de Islandia están convocadas a un día de huelga para protestar contra la brecha salarial, la segunda que vive el país tras el hito que supuso la primera protesta nacional femenina en 1975, con un seguimiento del 90%. La primera ministra, Katrín Jakobsdóttir, ha confirmado que se unirá a la huelga para denunciar la violencia sexual y de género, una lacra que sigue estando generalizada.

Por el momento, se han confirmado el paro entre docentes, enfermeras y pescadoras, entre otros sectores laborales. Los organizadores creen que en los últimos 48 años las mujeres han avanzado, pero que la equiparación laboral entre hombres y mujeres sigue todavía lejos de alcanzarse. Tras la huelga del 75 se logró la elección de la primera presidenta de un país en el mundo y se abrió la puerta a un cambio que todavía sigue sin completarse.

Según los datos del Foro Económico Mundial, Islandia es el país del mundo con una menor brecha salarial, y lo lleva siendo durante 14 años consecutivos. Pero eso no significa que esa diferencia no exista: las mujeres aún ganan un 21% menos que los hombres, y un 40% asegura haber sufrido discriminación o violencia sexual por serlo. Y los trabajos estereotípicamente femeninos, como la limpieza o el cuidado de personas, siguen estando mucho peor remunerados.

A diferencia de la huelga de 1975, en esta los organizadores también han querido incluir a las personas no binarias, un grupo que también sufre discriminación laboral y social. La petición es que los participantes no realicen ningún trabajo, ni laboral ni no remunerado, "para demostrar la importancia de su contribución a la sociedad".

Se calcula que unas 25.000 personas asistirán a una manifestación en Reikiavik, y habrá otros 10 eventos por todo el país, en los que esperan que haya una alta participación.

Fuente: El Economista.