Seis días después de que comenzaran las protestas por la muerte del afroamericano George Lloyd en Minneapolis a manos de la policía, llegaron a la Casa Blanca.

El pasado viernes Donald Trump tuvo que esconderse durante casi una hora en el búnker de la mansión presidencial, una imagen similar a la del domingo, cuando la Casa Blanca apagó todas sus luces, después de 131 años, mientras los disturbios arreciaban a unas decenas de metros de su perímetro. 

CNN informó que Trump estuvo cerca de una hora en el búnker antes de regresar a su residencia en la Casa Blanca, mientras en el exterior los manifestantes arrojaban piedras y se enfrentaban con los agentes.

Cincuenta agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos (guardia presidencial y de altos funcionarios) resultaron heridos en enfrentamientos cerca de la Casa Blanca durante las protestas de anoche.

Varios monumentos emblemáticos de Washington quedaron pintados con distintas consignas, sobretodo en la zona del National Mall.

Las manifestaciones en Washington se tornaron violentas y parecieron tomar a las autoridades por sorpresa. Provocaron una de las mayores situaciones de alerta en el complejo de la Casa Blanca desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

La situación de violencia en EEUU

Tras el asesinato de Floyd, la violencia ha llegado ya a los 50 estados. En más de la mitad, se ha desplegado a los militares de la Guardia Nacional. Decenas de ciudades han impuesto toques de queda. Más de 4.000 personas fueron arrestadas durante el fin de semana, según ‘Associated Press’. Y solo el domingo murieron al menos seis personas en los encontronazos con la policía

Trump contra los gobernadores

Lejos de tratar de calmar los ánimos, el presidente Donald Trump amaneció quejándose de las encuestas, cargando contra el demócrata Joe Biden, culpando a los anarquistas del desorden y pidiendo mano dura a los gobernadores. 

“Muchos de ustedes son débiles”, les dijo después en una videoconferencia en la que reclamó una respuesta mucho más contundente. “Tienen que arrestar a gente, tienen que seguirles, tienen que meterlos 10 años en la cárcel para que esto no vuelva a suceder más”, afirmó según el audio de la llamada obtenido por la 'CBS'. “Tienen que dominar la situación porque si no parecen unos tontos”.

Su fiscal general, William Barr, anunció que se impondrán cargos de terrorismo a los responsables del vandalismo.

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