Un inmenso incendio desatado durante la noche en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, donde se alojan unos 13.000 refugiados, ha provocado la huida en masa de residentes. A primera hora de la mañana de este miércoles, varias brigadas de bomberos habían controlado el fuego pero aún seguía activo en partes del campamento, que ha quedado prácticamente destruido. Según las autoridades locales, el incendio se inició tras una protesta de refugiados que habían sido obligados a aislarse tras detectarse tres docenas de casos de la covid-19.

“La situación es caótica. Acabo de llegar de allí y la parte central del campo seguía ardiendo. Varias zonas, más de un tercio del campo, han sido completamente reducidas a cenizas. Miles de personas se han quedado sin refugio donde dormir”, explicó por teléfono Thomas von der Osten-Sacken, un voluntario que trabaja con la asociación local Stand by me Lesvos, a la madrugada.

No se ha informado de víctimas mortales pero, según los medios locales, algunos refugiados han debido ser atendidos por los servicios médicos tras inhalar grandes cantidades de humo. Unos 25 bomberos y 10 camiones han sido enviados para luchar contra las llamas mientras fuerzas antidisturbios de la policía han sido desplegadas en la carretera que lleva hacia la capital de la isla, Mitilene, a unos seis kilómetros, para evitar que los refugiados escapen hacia allí. Según Stand by me Lesvos, vecinos de la isla también se desplegaron en la carretera y la bloquearon, lo que obstaculizó el trabajo de los bomberos.

El encargado gubernamental para los campos de refugiados, Manos Logothetis, afirmó que el campo ha sido totalmente evacuado y que ahora el reto es buscar alojamiento para las 13.000 personas que lo habitaban, informó EFE. Según los medios griegos, se está barajando la posibilidad de trasladarlos a una playa cercana hasta que se encuentre una solución.

La semana pasada, el Gobierno decretó una estricta cuarentena en el campo de Moria tras detectarse el primer caso de coronavirus, mientras el martes la cifra de infectados había ascendido a 35 (fuera del campo, entre la población local de Lesbos, hay otros 50 casos activos). Médicos Sin Fronteras (MSF) criticó duramente la medida al considerarla “contraproducente” y Oxfam advirtió del riesgo de una “catástrofe” por las “condiciones inhumanas” en las que viven los refugiados de Moria, el 40% de los cuales son niños.

Desde el inicio de la pandemia, las ONG exigen el desmantelamiento de Moria y el traslado de sus internos a campos o instalaciones más pequeñas y mejor preparadas dado que en Moria no hay suficiente agua, jabón o siquiera inodoros para toda la población. Mantener la distancia de seguridad resulta imposible en un campo inicialmente previsto para 2.500 personas pero que alberga a cinco veces más. Sólo había un inodoro cada 160 refugiados y una ducha por cada 500, y las tiendas de campaña y cabinas prefabricadas albergaban entre 15 y 20 personas.

En abril, el Gobierno griego se había comprometido a solucionar la situación y, desde entonces, ha trasladado al continente a un millar de refugiados de grupos de riesgo, pero según las ONG aún quedan en Moria varios centenares de personas para los que, por su edad o enfermedades previas, una infección por coronavirus podría ser letal.
En declaraciones al canal Skaï, el alcalde del pueblo de Moria, Yiannis Mastroyiannis, aseguró que el incendio se desató después de que 35 personas que habían dado positivo en un test de coronavirus se negasen a que les trasladaran a una zona de aislamiento. “La nueva cuarentena ha enfadado mucho a la gente, sobre todo porque la comunicación no ha sido transparente. Llevan meses sin suficiente agua y encerrados en el campo. La seguridad, especialmente por las noches, es terrible y han proliferado algunas mafias, así que cuando ayer se llevaron a estas personas a una zona de aislamiento total sin explicarles por qué, hubo protestas”, relató Von der Osten-Sacken.

Aparentemente, el primer foco del incendio fue provocado por esta protesta, aunque el voluntario asegura que después se produjeron otros focos en otras partes del campo y de los alrededores que podrían haber sido provocados por personas de fuera. “Hay mucha oposición al campo de Moria y en los últimos meses se han producido ataques incendiarios cuya autoría no se ha esclarecido”, añade.

Un portavoz del Gobierno citado por la cadena pública ERT explicó que se ha iniciado una investigación sobre el incendio e informó de que se decretará el estado de emergencia en toda la isla, donde además, hay otros dos fuegos activos cuya extinción dificulta el viento. El primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha convocado una reunión de urgencia con los ministros de Protección Civil, Interior, Salud e Inmigración para tratar la situación.