Reducir el dióxido de carbono no será suficiente para resolver la crisis climática: el mundo debe actuar rápidamente sobre otro poderoso gas de efecto invernadero, el metano, para detener el aumento de las temperaturas globales, advirtieron los expertos.

Los principales científicos del clima dan hoy lunes su advertencia más severa hasta el momento en un informe histórico: nos estamos precipitando hacia la catástrofe climática.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicará hoy su sexto informe de evaluación, una revisión integral del conocimiento mundial sobre la crisis climática y cómo las acciones humanas están alterando el planeta. Mostrará en detalle lo cerca que está el mundo de un cambio irreversible.

Un punto clave

Uno de los puntos de acción clave para los responsables de formular políticas es una advertencia de que el metano está desempeñando un papel cada vez más importante en el recalentamiento del planeta.

Los niveles de metano (una molécula muy sencilla, compuesta por un átomo de carbono y cuatro de hidrógeno) han aumentado drásticamente en los últimos años. Las principales fuentes son el fracking, el gas y el petróleo convencionales mal gestionados, y la producción de carne. El año pasado, las emisiones de metano aumentaron en una cantidad récord, según el programa de medio ambiente de la ONU.

Los datos satelitales muestran que algunas de las fuentes clave de metano son los pozos de petróleo y gas rusos mal administrados. El gas se puede extraer de la perforación convencional utilizando técnicas modernas que prácticamente eliminan las emisiones de metano “fugitivas” o accidentales. Rusia ha hecho pocos esfuerzos para reducir sus emisiones y tiene una de las infraestructuras con más fugas.

El metano calienta el mundo de forma mucho más eficaz que el dióxido de carbono; tiene un "potencial de calentamiento" 80 veces superior al del CO2, y persiste durante aproximadamente una década antes de degradarse a CO2.

Reducción del metano: puente al futuro

Durwood Zaelke, presidente del Instituto de Gobernanza y Desarrollo Sostenible y revisor principal del IPCC, dijo que las reducciones de metano eran probablemente la única forma de evitar aumentos de temperatura de 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales, más allá de los cuales los fenómenos climáticos aumentarán de modo imprevisible. “Cortar el metano es la mayor oportunidad para frenar el calentamiento de aquí a 2040”, dijo. "Tenemos que hacer frente a esta emergencia".

Zaelke dijo que los legisladores deben prestar atención a los hallazgos del IPCC sobre el metano antes de las conversaciones sobre el clima de la ONU, Cop26 , en Glasgow en noviembre. "Necesitamos ver en la Cop26 un reconocimiento de este problema, que tenemos que hacer algo al respecto".

Reducir el metano podría equilibrar el impacto de la eliminación gradual del carbón, un objetivo clave en Cop26 porque es el combustible fósil más sucio y ha provocado fuertes aumentos en las emisiones en los últimos años. Sin embargo, el uso del carbón tiene un efecto climático perverso: mientras la producción de Co2 contribuye al calentamiento, las partículas de azufre que produce lo reducen al desviar algo de la luz solar.

Eso significa que el efecto inmediato de reducir el uso del carbón podría ser un aumento del calentamiento, aunque protegiendo la Tierra a mediano y largo plazo. Zaelke dijo que cortar el metano podría compensar este problema.

“El cambio climático es como un maratón: debemos permanecer en la carrera. Reducir el dióxido de carbono no conducirá al enfriamiento en los próximos 10 años, y más allá de eso, nuestra capacidad para abordar el cambio climático se verá tan seriamente comprometida que no podremos seguir adelante. Cortar el metano nos da tiempo ".

Reducir las emisiones de metano puede además ahorrar dinero. La evaluación de la ONU encontró que aproximadamente la mitad de las reducciones de metano necesarias podrían lograrse con una recuperación rápida en los puntos de extracción lo que permitiría comercializar el gas como combustible.

El metano también se produce al derretir el permafrost, y hubo indicios de que la ola de calor de Siberia podría aumentar las emisiones del gas. Sin embargo, se cree que las emisiones a gran escala del derretimiento del permafrost aún están lejos, mientras que las emisiones de metano de la agricultura y la industria se pueden abordar hoy.