Este viernes, en una sesión de la ONU, Rusia aprovechó su poder de veto y frenó una resolución contra su invasión a Ucrania. Aunque el texto contaba con el apoyo de una mayoría, quedó sin efecto.

El documento había sido impulsado por Estados Unidos y Albania y tenía como objetivo condenar la intervención militar rusa y exigir la retirada de sus tropas de Ucrania.

En esa puja política, tres países se abstuvieron de votar: China, India y Emiratos Árabes Unidos. Tras el veto, Estados Unidos insistió y aseguró que llevará la resolución a la Asamblea General de la ONU, donde Moscú no puede bloquearlo.

Algo similar ocurrió en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde sí se aprobó una resolución que condena a Vladimir Putin por la invasión “ilegal, injustificada y no provocada” a Ucrania.

Pero, aunque el documento fue aprobado por 24 países, Argentina, Brasil, Bolivia y Nicaragua se pronunciaron en contra. Nuestro país justificó su decisión debido a la "falta de pertinencia” de la OEA para pronunciarse sobre el tema.