El Puente Simón Bolívar, frontera entre Venezuela y Colombia, es escenario este viernes de una disputa de la política internacional, con la cultura en el medio.

Es que la organización de un festival con artistas de distintas partes del mundo, que tuvo como gestor al multimillonario británico Richard Branson, tuvo como respuesta una contra propuesta, de similares características, de parte del gobierno de Nicolás Maduro.

Así, las localidades de Táchira, por un lado, y Cúcuta, del otro, quedan separadas mucho más que por límites demográficos.

La demanda de intervención a Venezuela, que cada vez suma más países, es la principal cuestión, inclusive con la autoproclamación del presidente “encargado” Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional.

Del lado colombiano sonarán acordes, con Peter Gabriel a la cabeza, y fuertes críticas de Roger Waters.

En tierras venezolanas, después de que se decidiera cerrar las fronteras con Brasil, actuarán artistas locales.