Este sábado, en el programa Es Por Acá, entrevistaron a Daniel Ríos, un ex empleado bancario de 64 años que remarcó la importancia de la iniciativa del Gobierno Nacional en torno a la implementación de jubilaciones anticipadas para desocupados.

Daniel tiene 31 años de aportes: 25 en tres bancos distintos y seis como monotributista. Sin embargo, la empresa en la que trabajaba lo echó en 2010 y, pese a tener los años suficientes de aportes, no se puede jubilar porque no alcanza el mínimo de edad en hombres: 65 años.

Por esto, el anuncio del Gobierno Nacional es una buena noticia para el hombre. De hecho, al aire de la FM 102.3 expresó: “Para nosotros esto es un derecho adquirido. Hay gente que tiene más de 40 años de aporte. Gracias a Dios, este gobierno nos da la posibilidad de tener obra social, derecho a un jubilación digna y tener dinero a fin de mes”.

Ríos es mendocino pero se mudó a Río Cuarto por una propuesta del banco. Todo iba bien hasta que se cortó el vínculo laboral. Luego, comenzaron los problemas: en 2011 largó un emprendimiento pero le fue mal. Luego vinieron las changas: chofer, empleado en un estudio jurídico, etc.

“Me fue mal con el emprendimiento. Comencé a tirar currículums por todos lados. En todos lados me decían lo mismo: la edad. Me fueron discriminando. Desde 2011 hasta hoy no he tenido trabajos en relación de dependencia”, lamentó.

Es cierto que en la actualidad se valora más la juventud que la experiencia. El mercado laboral es complejo y Daniel lo sufrió en carne propia: “Cada vez que iba a una entrevista laboral, iba con todas las pilas, con todas las ganas del mundo. Iba para trabajar. Pero siempre buscaban gente de 25 a 35 años"