“No niego que mi hijo haya estado robando, pero,  peor es que el policía le haya disparado por la espalda. Muerto no puede ser juzgado”, sostuvo Gabriela Sanso, la mamá de Rodrigo Sánchez, el adolescente de 17 años asesinado por el efectivo Lucas Carranza en septiembre de 2015. 

Hace ocho años que la familia espera el inicio del juicio por el caso de violencia institucional. La fecha de inicio estaba prevista para el próximo 3 de octubre, sin embargo, como el imputado no tenía abogado y recién se le asignó una defensora pública, corre riesgo de que las audiencias sean suspendidas. 

Gabriela estuvo presente en el programa Redacción Abierta para relatar su peregrinar para que se haga justicia por la muerte de su hijo. Denunció que solo la atendieron dos veces en la fiscalía y con mucho destrato. Por eso, llegó a encadenarse en Tribunales II para hacer oír sus reclamos.

Además, participaron Romina Ludueña, tía de Rodrigo; Adolfo Allende Posse, abogado querellante; y Miguel Robles, especialista en Seguridad.

“Pusieron pólvora en las manos de mi hijo y él no estaba armado, quedó demostrado”, comentó la mamá, y su tía agregó: “Se limpió la escena del crimen y se borraron pruebas claves”. 

Ambas señalaron que Lucas Carranza, el policía que disparó, estaba en su día de franco y tenía altos niveles de cocaína y marihuana en sangre.

“Hay muchas pruebas que demuestra que es un caso de Gatillo Fácil, porque Carranza no dio la voz de alto, sacó su arma reglamentaria y automáticamente disparó tres veces, una de las balas le impactó en la espalda a Rodrigo y lo hiere de muerte”, explicó la tía. 

El abogado comentó que el policía acusado tiene tres pedidos de sobreseimiento, razón por la cual se viene posponiendo el juicio. 

Según Robles, para la sociedad a veces estos casos son justificados porque se trata de un policía matando a un ladrón. Tanto la familia como el abogado, discordaron con esta idea y aclararon que Carranza además de asesino también es “chorro”, porque lo agarraron robando una campera en un local. Este fue el motivo por el cual fue dado de baja de la fuerza. 

“Vamos en contra de un gran monstruo. No sólo el policía que apretó el gatillo, sino toda una institución apañada por el Gobierno”, señaló Romina. 

Mientras que la mamá de Rodrigo expresó: “No creo en la Justicia, confío en mi lucha”. 

“La expectativa que tenemos es que se haga el juicio y haya una condena”, concluyó Allende Posse.

Gatillo fácil en Córdoba: el caso Rodrigo Sánchez en Redacción Abierta