La llegada de varias jornadas inhábiles en el país es una cuestión de la que en el gobierno nacional tomaron nota con rapidez. De allí se entienden la restricción en la circulación de transporte aéreo y terrestre, la prohibición a hoteles para alojar personas y la decisión de los destinos turísticos, como Carlos Paz, de impedir actividades y cerrar sus puertas a no residentes.

Ahora, la posibilidad de una cuarentena obligatoria está latente. Lo analiza el presidente Alberto Fernández, que convocó a los gobernadores para este jueves.

Para el abogado constitucionalista Miguel Rodríguez Villafañe, la cuestión de un posible “estado de sitio” encuentra situaciones inéditas en el país, porque “en los casos anteriores lo sentimos siempre como una presión política”, ya que siempre se apuntó a “una presión en el marco de un objetivo institucional, como el cambio de autoridades”.

En ese camino sostuvo: “En la historia argentina no se dio nunca de esta forma. Por primera vez se solicitaría en plena vigencia de la garantía de algo que se tiene que preservar, como el valor esencial que significa la salud. Nadie puede decir a mí no me importa, yo no me voy a enfermar. Acá importamos todos”.

En el camino legal, Rodríguez Villafañe apuntó a que es necesaria la conformidad del Senado para decretar tal situación, pero que se puede resolver decretando el receso legislativo: “
El funcionamiento del Senado implica reuniones y requiere personal. Pero ya hay funcionarios que se sienten preocupados en caso de tener que sesionar”.

Entrevistado por radio Universidad, valoró que se estén tomando medidas, las que a su juicio “nadie puede decir que son irrazonables”. Consideró que el Estado, en este tipo de casos, “tiene que tener las manos desatadas”.