Trasladarse desde el Gran Córdoba y alrededores hasta la ciudad capital tiene carácter "esencial" de acuerdo a las normativas que rigen en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio en el país.

Pero las miles de personas que lo requirieron, hace un mes que no lo pueden hacer. Es que con las empresas prestatarias de los servicios que no abonaron los salarios correspondientes a marzo y las autoridades provinciales sin ofrecer soluciones, la cuestión está paralizada.

Se sabe que los únicos colectivos autorizados a circular son los que transitan distancias de hasta 60 kilómetros de la ciudad de Córdoba, que significan sólo un 10% de las unidades totales.

Los trabajadores, nucleados en la Asociación de Obreros de la Industria del Transporte Automotor (AOITA) sostienen la medida sin avizorar soluciones (ya venció también el límite para el pago de abril), y se vieron obligados a suspender este lunes la realización de una olla popular, donde buscaban "darle un plato de comida" a quienes siguen sin cobrar.

La cuarentena trajo este tipo de sorpresas, y el presunto 'lock out' patronal no tiene voces que lo desmientan.

Claudio Luna, el secretario gremial del sindicato, aduce que "los empresarios están en la cómoda" porque no movilizan ómnibus alguno, pero las principales críticas recaen sobre las autoridades provinciales.

"En Trabajo sólo nos dieron un ámbito para discutir, pero de la Secretaría de Transporte no tuvimos nada", graficó Luna este miércoles, en radio Universidad.

A su juicio, transitan "el cuento de la buena pipa", con "empresarios que dicen que no pueden pagar y piden más subsidios, y el Estado diciendo que no tiene plata para ponerlos".