La situación parece lejana a una "cuarentena estricta", pero pese a negarse a costa de dejar a un costado a las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), el gobierno de la provincia de Córdoba acata medidas restrictivas en seis departamentos: Capital, Punilla, Santa María, Colón, Tercero Arriba y San Martín.

Están vigentes desde este lunes, en medio de protestas tanto de gimnasios como de bares y restaurantes, que deben cerrar sus puertas. En el último de los casos, sólo pueden trabajar en formato "take away".

La idea de limitar la circulación es la gran cuestión y aquello que se busca con las decisiones, que provienen de un flamante Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) a nivel nacional.

Se apunta a los lugares en los que se presupone una alta conglomeración de personas en espacios cerrados.

Sin embargo, la "normalidad" persiste en muchos sectores en tierras cordobesas.

Por caso, los shoppings y grandes superficies comerciales siguen abiertos, y la mayoría de los comercios (además de los mencionados, siguen cerrados los cines y tampoco se permiten autocines) continúan trabajando con normalidad. El único límite es el horario, prohibido entre las 20:00 y las 6 de la mañana.

Por las nuevas medidas no se permite el dictado de clases en escuelas de danza, canto, teatro, centros de formación profesional y academias de oficio y de lengua presenciales. También se obligó al cierre de natatorios.

A la negativa para realizar reuniones sociales se le suma también la imposibilidad de realizar misas.

Prácticas deportivas

El propio ministro de Salud provincial, Diego Cardozo, aclaró que las actividades deportivas que en su momento se habilitaron, continúan estando vigentes.

Se incluye desde la caminata o trote, pasando por el tenis, pádel (en ambos casos singles y dobles), golf, ciclismo, bochas, tenis de mesa, billar, squash, artes marciales, yoga y esgrima.