El cambio de paradigma y enfoque es impulsado por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Para sintetizar, esta transformación lo que busca es "posicionar el enfoque de derechos con perspectiva de géneros y diversidad en la forma de representar a la diversidad de las vivencias de la niñez".

El secretario nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Gabriel Lerner, lo explica de este modo:

“Proponemos dejar de decir ´día del niño´, porque queremos celebrar la diversidad de toda la niñez. Es muy importante que el estado acompañe las transformaciones culturales que estamos viviendo e impulse cambios que colaboren en visibilizar inequidades, y favorezcan prácticas más inclusivas”. 

El festejo tradicional por el ‘Día del niño’ se celebra en Argentina desde 1960 a partir de la recomendación de la ONU para que cada nación destine un día a promover el bienestar de niñas y niños con actividades sociales y culturales.

"La celebración es de gran valor en el ámbito social y comunitario a lo largo y ancho del país, como una jornada donde niñas y niños son protagonistas y donde el juego y la recreación son también espacios de reflexión y ejercicio de sus derechos", sostiene la Senaf.

La iniciativa propone abandonar la noción androcéntrica de “niño” como sujeto universal y homogéneo.

“Decir niño no alcanza para representar las experiencias heterogéneas y múltiples de la niñez. Desde el Estado queremos nombrar una jornada en plural, que celebre a cada chica, chico, chique, gurí, changuito, mitai en guarani, weñi en mapudungun, y sus diversos modos de vivir esta etapa de la vida”, dijo Lerner.

Ver: Día de las Infancias: ni rosa ni celeste, jugueterías en proceso de inclusión

Otra explicación complementaria se debe a la relevancia de las palabras empleadas para nombrar, caratular y etiquetar a las cosas, personas y subjetividades.

De este modo, las palabras son para nombrarnos y construir el entendimiento del mundo.

El lenguaje no es imparcial, ingenuo y estático.

Es un campo de disputa de sentidos, que "muchas veces cristaliza y reproduce desigualdades", señala la secretaria de Articulación de Política Social, Erika Roffler.