La escena parece surrealista, pero fue real. Ocurrió durante el pasado fin de semana en la entrerriana localidad de Crespo.

La trascendencia de una fiesta con condiciones llamativas en plena pandemia fue tal porque generó la indignación de una enfermera que concurrió de modo casual al lugar.

El contexto lo marca la realización de un "Baile alemán" organizado por una agrupación de baile local. El evento contaba con autorización municipal y reunió a quinientas personas en un amplio salón.

Pero la realización de un baile al momento del arribo de Lorena Ferrari, trabajadora de la salud del hospital "San Francisco de Asís", descubrió la laxitud de los protocolos.

"Soy personal de salud y desde la fiesta solicitaron la ambulancia por una persona con dificultad respiratoria y al llegar y encontrarme con esta multitud de personas, hacinadas bajo un techo sin ningún tipo de protección y / o cuidado, sentí que se burlan de los que tuvo q poner el cuerpo en el período mas crítico, donde vimos personas morir, ojos desencajados por un poquito de oxígeno, angustia por la incertidumbre de que no sabían que pasaría con sus familiares ", remarcó.

Baile masivo con adultos mayores, aval municipal y laxo protocolo

Desde la organización asintieron que "en la pista de baile estaba permitido estar sin barbijos, porque generan hipoxia".

De manera increíble, sobre el incidente ocurrido con la persona que solicitó la ayuda médica la organización adujo: "El señor no estaba descompensado, si acalorado porque, por decisión personal, no se quiso sacar el barbijo en la pista".

Entre risas, desde el Grupo Coreográfico Edelweiss se adujo que "a las dos horas volvió y quiso estar con nosotros".

Dieron a conocer que, en el protocolo, se quitaráse el tapabocas porque "genera hipoxia".