Un raid de operativos en el microcentro porteño, que se extendieron hasta la noche y que tuvieron como foco las “cuevas” que operan dólar blue, tuvo un comienzo casi azaroso. 

La trama que pudo reconstruir Ámbito Financiero de fuentes judiciales, policiales y de la investigación comenzó en un bar céntrico ubicado en Corrientes y San Martín. Un hombre se sobresaltó ante el ingreso de un agente identificado con la campera de la Aduana, organismo que ha funcionado como fuerza de choque para intentar atacar el mercado informal y que había anunciado operativos en la zona, y salió presuroso del establecimiento, de forma sospechosa.

Abandonó la mochila que llevaba con dinero en su interior. Cuando la abrieron había unos u$s 20 mil y un millón de pesos, en efectivo. También tenía anotaciones con lugares de entrega y dos direcciones.

Con esos indicios, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi autorizó los allanamientos que estuvieron a cargo de la Policía Federal y de la Aduana. 

Para quienes analizaron los elementos que acumuló la causa en pocas horas, el escándalo que puede destaparse podría hacer empalidecer lo que fue la revelación de la mesa de dinero que se le descubrió al BNP Paribás. Las derivaciones exceden las fronteras y alcanzan a los Estados Unidos, adonde existía un servicio de apertura de cuentas offshore.

Una de las direcciones anotadas por el asustadizo “valijero” estaba en el llamado “Barrio Chino”. Desde allí, partieron dos ciudadanos extranjeros que al ser detenidos llevaban adheridos a su cuerpo, con fajas, paquetes con dólares que totalizaron casi u$s 800 mil entre los dos. Con una máquina contadora averiada, el recuento debió continuar a mano y demoró tres horas. Pero la otra dirección que tenía en su ruta el frustrado “valijero” permitió llegar a una de las principales cuevas de la Ciudad de Buenos Aires por el volumen operado.

Ese fue el epicentro de los operativos que continuaron después de las 21 y que permitió unir los puntos -en apariencia distantes entre sí- para vincular a los chinos, los dólares y desmantelar una mesa de dinero ubicada en el edificio de San Martín 140, en el piso 19. 

La punta del iceberg no solo para esta investigación, sino para avanzar en la percepción de riesgo que es una de las metas que se propuso el Gobierno ante la escalada del blue de las últimas jornadas. Hubo 6 detenidos en total. Se dictó el secreto de sumario en la causa.

"Nimbus", la cueva del croata

Pero lo relevante de Sarmiento 140 -una dirección para nada secreta en el mercado informal de divisas- fueron los hallazgos, según pudo reconstruir este medio. “Nimbus” es el nombre de fantasía de esa “cueva”. Pero el nombre que surgió detrás de esas oficinas fue el del “croata” Ivo Esteban Rojnica, quien realmente las utilizaría y es considerado el principal operador de blue de la City. La puerta estaba cerrada y no había nadie en el interior. Apareció el abogado de Rojnica y por un momento se pensó en que no habría necesidad de romper la puerta. “El Croata” anunció que no concurría ante el temor de quedar detenido. PFA volteó la puerta.

Adentro de un amplio espacio con escritorios, computadoras y estaciones de trabajo que fueron requisadas se encontraron elementos de prueba que fueron secuestrados: apuntes manuscritos con detalle de operaciones cambiarias, máquinas contadoras de billetes, bolsos de distinto tamaño (vacíos), valijas, y máquinas trituradoras de papel con documentación destruida.

Pero lo más llamativo fueron fajas para permitir adherir al cuerpo los billetes y las mismas fajas que se le encontraron a los chinos apresados, que daban también indicios bancarios de las extracciones de pesos. Pero lo que más llamó la atención a los investigadores -que con eso solo ya habían unido los dos tramos de la causa- fueron una serie de carpetas naranjas, con membretes y documentación que certificaba la apertura de cuentas en el exterior. Por los datos contenidos, Argentina está en condiciones de cursar su aviso a la FINCEN, el organismo antilavado de los Estados Unidos. Los papeles simulaban los formularios para la declaración de origen de fondos. 

Fuente: Ámbito Financiero.