La hija de J.S., cuya familia viene peleando por lograr su muerte digna, destacó la rapidez con la que se pronunció el Tribunal Superior de Justicia, que autorizó la desconexión del paciente.

“Fue sumamente rápida la resolución, en horas”, valoró Marianela. Hay que recordar que su padre se encuentra internado en estado vegetativo en el Hospital de Urgencias, y su familia debió emprender una larga batalla judicial para pedir por su muerte digna, luego incluso de las recomendaciones que en tal sentido hiciera el Comité de Bioética del mismo nosocomio.

Ahora, explicó Marianela, esperan por el llamado de las autoridades municipales para coordinar la desconexión, algo que el mismo fallo del TSJ dispuso que “debe ser de inmediato”. En ese marco, admitió que si la Municipalidad quisiera rechazar esta decisión, “todavía tiene un paso más qué es apelar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En tal sentido se mostró esperanzada en que esto no ocurra.

Mientras tanto, relató lo difícil que ha sido acompañar a su padre estos meses, visitándolo, y viendo cómo se deterioraba con el paso del tiempo. Incluso relató lo traumático que ha sido todo este proceso en el que se sintieron “manoseados” por las autoridades, ante las negativas a la quita de los soportes vitales, que es lo que se reclamaba. 

Por su parte, el médico especialista en bioética, Carlos Soriano, destacó el fallo del Tribunal Superior de Justicia, que ordenó retirar el soporte vital a J.S., el paciente de 64 años que se encuentra en estado vegetativo desde el 12 de marzo.

“Es un fallo paradigmático para Córdoba, de 250 páginas, muy bien argumentadas, ordenan al director del hospital a desconectarlo”, expresó. “Obliga a que de manera inmediata se lo desconecte a J.S.”, insistió. En tal sentido, destacó la rapidez y contundencia con la que se expresó el máximo tribunal en esta resolución.

Carlos Soriano - AM by cba24n.com.ar

“Pasó por dos evaluaciones del comité de bioética, las cuales fueron desoídas”, dijo, al destacar que el Comité de Bioética del Hospital de Urgencias data de 1996 y es uno de los primeros que se han ocupado de estos temas.

Recordó que incluso se vivieron momentos difíciles para la familia, no solo por lo que se prolongó este tiempo en el que insistían con la muerte digna de J.S., sino además porque cuando se practicó la primera de las recomendaciones del comité, se le retiraron los soportes vitales y luego “sin consentimiento de la familia fueron colocados otra vez”, apuntó. Remarcó que esas recomendaciones del comité, respecto del retiro de los soportes vitales, fueron reiteradas veces desoídas por las autoridades del hospital.

En ese marco, Soriano recordó que ya la jurisprudencia recomienda no judicializar estos casos, insistiendo en el sufrimiento que esta demora de meses, con el caso en la justicia, ha significado para la familia del paciente.

Sobre el paciente, valoró que “ya no sufre porque no tiene neuronas”, pero insistió en que “hay toda una familia atrás que tiene que salir corriendo de su trabajo para ir a asistirlo, para verlo deteriorarse todos los días, que sabe que no tiene perspectivas y que además saben que J.S. no hubiera querido estar en esta situación, pues así lo había manifestado en vida”, agregó.

En este marco, destacó el compromiso de la familia que había resuelto por unanimidad el cambio que deseaban para darle el último adiós a J.S.

Finalmente, se esperanzó en que todo este derrotero que debió librarse en la justicia haya llegado a su fin. “Ahora espero que el señor director y el señor intendente a cargo, ya no apelen a la Corte Suprema porque ya sería otro cachetazo a la dignidad de J.S.”, concluyó.