La crisis ha obligado a muchos, especialmente a los jubilados, a comprar medicamentos fraccionados que por sus costos son muy difíciles de adquirir.

Farmacéuticos advierten que ante los pedidos de clientes deben vender en esta condición para no cortar tratamientos de colesterol, o antibióticos caros.

"A la gente no le alcanza para completar el tratamiento. El doctor les receta un antibiótico o un medicamento para la tos y un expectorante y cuando pasás el precio, la gente se sorprende y pide algo más barato", explica Eduardo, un farmacéutico de barrio Jardín.

Como los farmacéuticos no pueden cambiar el tratamiento indicado por los médicos, la alternativa es vender una tira suelta del remedio para que los pacientes puedan, por lo menos, iniciar la toma.

"En esta época, una tirita de cualquier cosa va de 150 a 200 pesos y nos obliga a ponernos en el lugar del cliente y venderle suelto", relata el farmacéutico, e indica que en algunos casos un factor determinante es el retiro de la cobertura total de los medicamentos por parte del Pami.

Por la crisis, se venden cada vez más medicamentos sueltos