Darío Coronda, artista plástico necesita encontrar a su madre biológica, y pone la creatividad al servicio de su búsqueda. Con retratos y murales, Darío de 43 años –que integra el grupo de búsquedas “Nosotros”- participa de eventos para difundir la importancia de conocer la identidad biológica. La suya y la de tantas otras personas apropiadas que buscan a sus mamás.

Recién en 2010 supo que la familia en la que creció no tenía con él vínculos de sangre. “Fue duro, sin dudas, pero fui consciente de que lo mejor era saberlo. De que siempre la verdad, por más difícil que sea, con el tiempo es capaz de curar y sanar el espíritu”, cuenta a La Voz del Interior, mientras el trazo va delineando su propio rostro. 

La reunión de información ha sido arduo y escaso, plagado de pactos de silencio y de verdades que se fueron con la muerte de sus parientes. Hace algunos años llegó hasta el nombre de Graciela Carrizo, una mujer que habría acompañado a su mamá biológica a la maternidad en la que él nació y que luego lo habría entregado a su familia de crianza. Fue Graciela quien le contó que su madre vivía en la "pensión de los Ramallo", ubicada en calle Montevideo, en la ciudad de Córdoba, aunque le dijo no recordar su nombre.  

“Desde que mi primo me contó que era apropiado, busqué por todos los medios saber cuál es mi identidad, saber de dónde venía. Hasta ahora no pude encontrar casi nada, pero voy a seguir por este camino, intentando llegar a mis orígenes, a mi verdad. Lo necesito”, asegura Darío. 

En diálogo con La Voz, el artista manifestó tener “buenos presentimientos” para el año que comienza.

En el video, su historia y su voz, y su deseo más profundo para el 2020. 

Identidades: Darío Coronda