Una prisión estatal de Ohio se ha convertido en el mayor foco de coronavirus de Estados Unidos con al menos 1.828 casos confirmados entre los reclusos, lo que supone casi tres cuartas partes del total de la población carcelaria del Correccional de Marion, una penitenciaría de mínima y mediana seguridad al norte de Columbus, la capital del Estado.

El video que acompaña, muestra un recluso en comunicación telefónica desde el interior del penal, que cuenta que no tienen posibilidades de separarse unos de otros y que los han abandonado allí, esperando su muerte.


Según las autoridades de Ohio, la puesta en marcha de un programa muy agresivo de realización de pruebas dentro de la cárcel es la responsable de la cifra. Dentro del correccional, 109 miembros del personal también han dado positivo de la covid-19. No se ha registrado aún ninguna muerte en la prisión. 
El Gobernador de Ohio, Mike DeWine, ha recomendado que se ponga en libertad a unos 300 de los 49.000 reos que están en manos del sistema penitenciario, número que queda muy lejos de las miles de personas que pide que se liberen la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés).
“Debido a que estamos haciendo pruebas a todo el mundo -incluidos aquellos que no muestran síntomas- nos estamos encontrado con individuos que dan positivo al hacerse el test y que de otra manera nunca se habría sabido que estaban infectados porque eran asintomáticos”, ha declarado el Departamento de Corrección y Rehabilitación, según informa la cadena Nacional de Radio Pública (NPR, siglas en inglés).
Cerca de uno de cada cinco casos de coronavirus en Ohio están ligados al sistema penitenciario, según datos estatales. Hasta el domingo, un total de 2.400 presos de distintas cárceles habían dado positivo por coronavirus y siete habían muerto por esa causa o infecciones relacionadas con la covid-19. Ohio tenía esta mañana un total de 13.725 casos confirmados de coronavirus y el sistema penitenciario es responsable de más de un 20% del total de ellos.

Según informa NPR, ningún otro Estado de la Unión ha informado de semejante número de infectados entre los reclusos, aunque insisten que se debe a que ningún otro ha realizado pruebas a los reclusos como lo ha hecho Ohio.

A pesar de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y algunos intentos de dejar salir a ciertos reclusos de prisión para evitar contagios masivos, los centros penitenciarios se están convirtiendo en auténticos focos de expansión del virus. Según informó el New York Times este lunes, cuatro de los 10 mayores focos de infección de la covid-19 en Estados Unidos estaban en prisiones.

El mismo informe revelaba que es muy probable que esos números estén por debajo de las cifras reales porque muchas autoridades locales y estatales no han dado información sobre lo que está pasando dentro de las prisiones. Además, en la mayoría de los casos ni siquiera se están realizando tests, algo totalmente distinto a lo que ha hecho Ohio.

Los Estados de Texas, California, Florida y Georgia tienen todos poblaciones carcelarias mucho  mayores que la de Ohio y sin embargo las cifras que ofrecen las autoridades son insignificantes. Michigan, Estado que posee uno de los números de afectados más altos del país con más de 30.000 casos confirmados, ha informado que 572 de 889 presos a los que se les realizó la prueba han dado positivo. Más de 200 funcionarios de prisiones también se han contagiados.

El Estado de Nueva York, que con más de 250.000 casos tiene el triste honor de tener un tercio del total de los infectados de todo EE UU (que representan un tercio de los casos del mundo), ha informado de más de 1.000 infectados de la covid-19 en su sistema de prisiones, siendo la mayoría de esos afectados parte del personal. Nueva York solo realiza pruebas a aquellos reclusos que muestran síntomas de coronavirus.