Es cierto que los ingresos por venta de petróleo y derivados de Rusia han caído con fuerza, pero al mismo tiempo las exportaciones se han disparado en el mes de marzo hasta niveles no vistos desde abril de 2020. 

La India, sobre todo, pero también China y Turquía están comprando cantidades masivas de petróleo y derivados rusos, lo que ha compensado con creces el descenso de las compras de la Unión Europea. 

Así lo ha desvelado la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe mensual publicado este viernes. La AIE señala que las exportaciones rusas de petróleo en marzo se dispararon al nivel más alto desde abril de 2020 gracias al aumento de los flujos de productos derivados que volvieron a niveles vistos por última vez antes de que Rusia invadiera Ucrania.

Supuestamente, las sanciones iban a acorralar al petróleo y los derivados rusos. Sin embargo, y frente a todas las previsiones, la India, China y Turquía sí han logrado sustituir a la Unión Europea en lo que a compras de crudo y derivados se refiere. Al menos así lo evidencian los datos de marzo de la AIE.

Las sanciones eran, en teoría, casi infranqueables. Además de la prohibición para importar petróleo y derivados rusos, la Unión Europea llegó a un acuerdo a su vez para establecer un tope al precio de los derivados del crudo (diésel, gasolina, nafta...) que afecta a terceros países. Esta es una medida complementaria al embargo, que buscaba amplificar su impacto sobre los productos refinados y los ingresos de Rusia.

Ningún país tercero (fuera de la UE o el G7) que quiera comprar derivados rusos podrá hacerlo por encima del tope establecido por la UE y el G7 (que es de 100 dólares para el barril de diésel o gasolina) si hay alguna naviera, aseguradora, avalista u otro tipo empresa occidental implicada en el proceso comercial y de transporte. 

Para esquivar estas sanciones, Rusia ha levantado una flota paralela de barcos y empresas para transportar sus productos sin depender de la poderosa red de transporte occidental. Parece que, por ahora, Moscú se está saliendo parcialmente con la suya.

Fuente: El Economista.