Un hecho insólito y hasta curioso sucedió en Indonesia. La Policía de un pueblo llamado Tangerang quemó tres toneladas de marihuana incautada y eso tuvo efectos sobre la población.

Montaron una enorme fogata y el humo alcanzo a las y los civiles del lugar, que comenzaron a sentirse raro. "Tengo mucho dolor de cabeza porque yo no llevaba máscara", explicó uno de los residentes a The Jakarta Post.

Claro: los policías que llevaron a cabo la quema de la droga incautada, de un precio estimado de un millón de dólares, usaron máscaras. En cambio la gente del lugar no. 

En el operativo también se destruyó 1.8 kilos de metanfetamina cristalina, 2.538 pastillas de éxtasis y heroína.