Uno: La Foto

03/08/2018. Sin previo aviso, CFK aparece junto a Moyano y la plana mayor del movimiento sindical. Había asistido a un acto de SMATA invitada por Ricardo Pignanelli, pero su discurso pasó a un segundo plano. Lo importante fue esa foto que quedó en la portada de todos los diarios al día siguiente. El mensaje se entendió con claridad: Luego de años de distanciamiento se empieza a gestar la unidad del peronismo.

Dos: El Video

14/03/2019. Dura poco menos de cinco minutos. Sobre una sucesión de imágenes de Florencia Kirchner, Cristina se despacha contra la persecución judicial desatada, dice, sobre su hija. Cuenta la génesis de su enfermedad, no ahorra descripciones ni calificativos, rememora algunos pasajes de su vida con Néstor y finaliza con un pedido que suena a ultimátum: “Les pido a los que nos odian, a los que nos ven como enemigos, que por favor se metan conmigo. Pero no con ella”. Una apelación directa a la fibra emocional de sus seguidores, potenciada por la épica del sufrimiento y la redención.

Tres: El Libro

23/04/2019: A las 10 de la mañana exactas, el sitio especializado megustaleer.com.ar publicaba en su cuenta de Twitter la noticia de que “Sinceramente” estaba listo. 16 minutos después, Cristina retuiteaba dando a conocer la tapa. La colosal explosión que vivieron las redacciones informativas en ese momento tiene su opuesto en el hermetismo que envolvió la edición. Inexplicablemente, nadie supo que vería la luz ese artefacto de 600 páginas. Un anecdotario dictado por su autora. Un gesto inusitado, con el que recupera la mística militante y vuelve a ocupar la centralidad política. Un objeto extemporáneo, analógico por excelencia, en la era digital. Su campaña fue la presentación del libro que, obviando valoraciones literarias, batió todos los récords editoriales y lleva vendidos más de 300.000 ejemplares.

Cuatro: El Anuncio

18/05/2019: Con el diario del lunes resulta sencillo rastrear orígenes, motivos, trayectos. Cualquier cataclismo se explica mejor cuando se asienta el polvo y se apaga el estruendo. No por eso resulta menos sorprendente. ¿Podemos reconocer en estos eventos el derrotero de la que es, sin dudas, la mayor jugada política que se recuerde en democracia? Optamos por pensar que sí, que cada acción estuvo concertada, planificada con la intuición de quien se acostumbra a la exigencia implacable de la supervivencia política. Todo llevó a ese anuncio, formulado para que se entienda quién decide: “Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos, él como candidato a Presidente y yo como candidata a Vice”. ¿Por qué lo eligió? Porque Alberto no lo buscaba y nadie lo esperaba. Lo imprevisto sucedió y ningún oponente estaba preparado. El efecto político de este movimiento es tremendo, tanto que hasta los estrategas de Cambiemos lo reconocen ampliamente. Alberto junta los votos dispersos y ella, con su vicepresidencia, retiene los que ya tiene. Inapelable.

Volver al centro

El diario de mayor tirada en Argentina, en su edición dominical de hace pocos días, le dedica a CFK las cuatro notas que encabezan su portal web. Cristina ocupa el centro de la política desde hace quince años, un lugar al cual llegó luego de ganar todos los posibles cargos nacionales electivos –convencional constituyente, diputada, senadora, presidenta y vicepresidenta–. Esa centralidad es tan potente que este artículo, que trata de la invención de un presidente, casi no lo nombra si no es por su hacedora. Todo indica que el momento en que salga de escena lo decidirá ella. Probablemente, sea tan inesperado, arbitrario, categórico y efectivo como todo este listado, como su propia figura.