Este jueves, luego de una reunión fallida, los trabajadores de UTA realizaron un movilización por las calles de Córdoba hacia la puerta de la Municipalidad de Córdoba. Allí, esperaron a que el intendente Martín Llaryora los reciba.

Sin embargo, la movilización contó con la presencia de más de 300 personas y esto no fue visto con buenos ojos por las autoridades municipales. Por esto, pasadas las 20 aseguraron que no iban a recibir a los trabajadores sino disolvían el numeroso grupo de personas.

"No es necesario concentrar a tanta gente poniendo en riesgo la salud pública", afirmó el secretario de gobierno municipal, Miguel Siciliano. El principal riesgo es que alguna de esas personas sea un caso positivo de coronavirus y contagie al resto.

El funcionario aseguró que las autoridades entienden el reclamo de los trabajadores del transporte pero que no están de acuerdo con "el método de presión". Indicó que el intendente los iba a recibir de todas maneras y que la marcha "nos pone en riesgo a todos".

"A todos los sectores (industriales, comerciales, del transporte) les pedimos que a la hora de hacer un reclamo no pongan en riesgo a la sociedad", solicitó Siciliano. Además, hizo hincapié en que el conflicto del transporte es "un conflicto nacional".