Tras conocerse las nuevas restricciones, y al igual que sucede en otros puntos de la provincia, representantes del sector gastronómico de La Falda y localidades vecinas cortaron la Ruta 38 durante la mañana y sacaron las mesas a la calle, en señal de protesta ante la obligación de cerrar sus puertas por 14 días. Esto es en el marco de las medidas adoptadas para frenar los contagios de coronavirus que, entre otros aspectos, dispusieron la imposibilidad de atender a clientes en mesas de bares y restaurantes.

Desde el sector señalan que la tasa de contagios en el departamento Punilla es mucho menor que la que se establecen los protocolos para decidir el cierre de ciertas actividades. 

Paralelamente, afirman que con el cierre de bares y restaurantes en la zona de la avenida Edén de La Falda, se ponen en riesgo cerca de doscientos puestos de trabajo, habida cuenta de la difícil situación que vienen atravesando desde el comienzo de la pandemia.

Además, señalaron que por el momento acatarán las restricciones, pero no descartan en los próximos días abrir sus locales. Además, empresarios del sector confirmaron que seguirán con la misma modalidad de protesta, durante las dos semanas que continúe la restricción.

Por su parte, desde el sector hotelero, que también se sumó a la protesta, Diego Béliz, propietario de un hotel de La Falda, afirmó que "la situación es caótica para muchos" al esgrimir datos de las cámaras que los agrupan que dan cuenta que "el 16 por ciento de los hoteles del país ha cerrado".

Además, dijo que la ley de ayuda al Turismo aprobada en el Congreso no es suficiente y pidió profundizar "medidas nacionales, provinciales y municipales" para paliar la situación. "Tiene que haber una reducción (de impuestos), o en algunos casos una condonación de algunos intereses que se están cobrando", afirmó Béliz.

Finalmente, pidió "una apertura paulatina de los diferentes rubros, incluyendo la hotelería, sabemos que hay una situación compleja entre la economía y la Salud, pero después de siete meses, ya llegó el momento de descomprimir y tiene que haber una reapertura".

Un rechazo a las medidas también se vivió en la ciudad de Alta Gracia. Claudio Sánchez, dueño de la parrilla Pepenero, informó que el lunes al mediodía les informaron que no podían abrir. Muchos acataron la medida, otros no. 

"Los clientes, los empleados y los gastronómicos nos unimos cuando los municipales intentaron clausurar un bar y lo impedimos", dijo en diálogo con Entre Nosotros Rebeca, por radio Universidad.

"La gente está desesperada por salir. Está harta, está deprimida", manifestó y en cuanto a las medidas de seguridad y distanciamiento dijo que siguen las reglas del COE: "No somos estúpidos, cuidamos al cliente. Por lo menos en Alta Gracia no ha habido ningún contagio desde el sector de la gastronomía".

CLAUDIO SANCHEZ - Gastronómico by cba24n.com.ar