Los 181 contagios que se informaron este domingo sólo para residentes de la localidad de Río Cuarto no hacen más que estirar la preocupación.

Es que allí se generó uno de los mayores focos infecciosos de la pandemia. Sólo con hacer notar que tuvo más de 6.500 infectados en los últimos sesenta días despierta la preocupación. El 20 de agosto pasado sólo sumaba 150.

Con una acumulación de víctimas fatales que preocupante, sólo durante el fin de semana hubo trescientos positivos en la ciudad de referencia del sur provincial.

No sin llamar la atención, el departamento que encabeza no es parte de las restricciones que impiden la apertura de bares y restaurantes o la realización de cultos masivos y la apertura de academias presenciales.

En ese camino persiste, eso sí, la imposibilidad de transitar y abrir comercios no esenciales de 20:00 a 6 de la mañana.

En la última semana, se oficializaron 900 nuevos contagios locales, contabilizando un total de 6.736.

Repitió así los preocupantes números de hace cuarenta días atrás. Ni el retorno a fase 1 por diez días pareció surtir efecto.

Según fuentes policiales, sólo en tierras riocuartenses una decena de reuniones prohibidas fueron desarticuladas.