Crimen en Gesell

La masividad que tomó el caso, con la crueldad de las imágenes de la mortal golpiza que se repiten en loop, hacen del caso Fernando Báez Sosa un crimen que sienta precedentes.

En ese camino, este jueves en Villa Gesell tendrá lugar la primera de cuatro rondas de reconocimiento, en las que testigos intentarán identificar a los agresores. Hoy, son diez detenidos e once imputados, y todos (incluido Pablo Ventura) serán parte del proceso.

Vidrio mediante, los primeros en señalar o no a posibles autores serán seis amigos que acompañaban a la víctima la pasada noche del viernes, madrugada del sábado, en las puertas del boliche Le Brique. Con otros testigos, la cuestión se repetirá el viernes, lunes y martes próximos.

Mientras tanto, la familia de Fernando se mostró “más tranquila” en declaraciones públicas, después de lograr reunirse con su flamante abogado, Fernando Burlando. El joven era estudiante de abogacía y el mediático ofreció sus servicios cuando supo que lo mencionaba entre sus horizontes profesionales.

El anticipo es que solicitarán que el caso se curse como “un homicidio doblemente calificado”, haciendo mención a la alevosía del hecho, y que fue premeditado “por tres o más personas".

“Queremos que paguen, que haya justicia”, dijo Silvino Báez, quien agradeció la organización de una ‘sentada pacífica’, con velas, a realizarse frente al edificio porteño en el que vivía la víctima. La misma es organizada por su novia, Julieta Rossi.