El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que las empresas de gas y petróleo del país tendrán que pagar más impuestos, luego de las históricas ganancias que reportaron estas compañías durante el tercer trimestre de este año. 

"Tienen la oportunidad de hacerlo, bajando los precios para los consumidores en el surtidor. Si no lo hacen, tendrán que pagar un impuesto más alto sobre sus beneficios excesivos y enfrentarse a otras restricciones", advirtió el mandatario estadounidense durante una conferencia de prensa. 

Además, pidió a estos gigantes energéticos del sector privado dejar de "aprovecharse de la guerra", en referencia al conflicto entre Rusia y Ucrania, el cual desde hace más de siete meses ha disparado los precios de los energéticos.

Actualmente, la subida de precios del gas y de la gasolina es uno de los factores que han elevado la inflación en Estados Unidos, la cual se mantiene en 8,2%, según datos oficiales actualizados hasta el mes de septiembre. No es la primera vez que Joe Biden estudia la posibilidad de aumentar los impuestos a las compañías energéticas.

De acuerdo con fuentes consultadas por el medio The Hill, el presidente estadounidense analiza pedir al Congreso "sanciones fiscales y otras restricciones" en contra de las empresas que se nieguen a acatar la petición del Gobierno federal. 

La fuente precisó que Biden no usaría de manera abierta el concepto "impuestos sobre las ganancias", pero el mensaje será para las principales firmas que, en días recientes, reportaron ganancias históricas.

Tan sólo en el tercer trimestre de 2022, empresas como Exxon y Chevron reportaron ganancias conjuntas por más de 30.900 millones de dólares. La primera firma, con 19.700 millones de dólares, reportó las utilidades trimestrales más altas de su historia, y la segunda, con 11.200 millones de dólares, registró su segundo mejor cuarto en su historia, de acuerdo con información del Gobierno de California. 

Otras empresas como Valero reportaron ganancias por 2.820 millones de dólares, 500% más que el año anterior; PBF Energy, por su parte, obtuvo 1.060 millones de dólares, 1700% más que en el 2021, mientras que Shell tuvo ganancias por 9.450 millones de dólares, traducido en 4.000 millones de dólares para los accionistas para la recompra de acciones. 

Ante los reclamos gubernamentales por las exorbitantes ganancias en medio de una inflación y una crisis energética, Darren Woods, CEO de Exxon, afirmó que "algunas de las ganancias serán entregadas directamente a las familias estadounidenses" en forma de dividendos trimestrales.