“Prometo promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil”, declaró el flamante presidente, con la mano en la Constitución, en uno de los primeros tramos de su discurso ante el Parlamento.

En un discurso extenso, intenso, y cargado de fuertes conceptos, Lula da Silva se dirigió primero al Congreso Nacional y más tarde al público que viajó hasta Brasilia para estar presente en una jornada histórica.

En un momento de gran tensión discursiva, el presidente entrante calificó a la gestión de Jair Bolsonaro, quien está en Orlando, Estados Unidos, como “la barbarie”.

Desde la aprobación de la ley que establece el protocolo de traspaso de mando, es la primera vez en la historia del país que el presidente saliente no coloca la faja al entrante. 

Ante la ausencia del presidente saliente, en un audaz acto simbólico, el entrante recibió la faja presidencial “de manos del pueblo brasileño”, representado en el escenario por una diversas de actores e identidades

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El evento se desarrolló en el marco de una multitudinaria movilización donde participaron más de 300.000 personas y un gran despliegue de seguridad, que involucró alrededor de 12.000 efectivos.

Algunas de las frases más contundentes del presidente

  • “Si estamos aquí hoy es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña. Fue la democracia la gran victoriosa en esta elección, frente a las amenazas más violentas al pueblo y las manipulaciones para ir en contra del electorado brasileño. Hoy terminó el proceso de destrucción nacional”.
  • “Comprendí que debería ser un candidato más amplio. Este frente se consolidó para impedir el regreso del autoritarismo al país”.
  • “Al terror responderemos con las leyes, con sus más graves consecuencias. Democracia para siempre”.
  • “El periodo que culmina estuvo marcado por una de las mayores tragedias de la historia, la pandemia del Covid-19. En ninguno de los países del mundo la proporción de muertes en relación con su población fue tan alta como en Brasil. Esto solo se explica por la actitud criminal de un gobierno negacionista, oscurantista e insensible a la vida. Esta responsabilidad por este genocidio debe ser investigada y no debe quedar impune”.
  •  "Bajo los vientos de la redemocratización decíamos: ¡dictadura nunca más! Hoy, tras el terrible reto que hemos superado, debemos decir: ¡democracia para siempre!”
  • El diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es terrible. Los recursos sanitarios se han vaciado. Han desmantelado la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública”
  • "No sería justo ni correcto pedir paciencia para quien tiene hambre. Ninguna nación se levantó sobre la miseria de su pueblo. Venimos a sacar del hambre a 33 millones de personas y a 6 millones de personas de la pobreza”.
  • “Brasil tiene la gente, depende de nosotros. Vamos a reconstruir Brasil”
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